domingo, 30 de junio de 2013

Esta no tiene título.

Acá estoy yo, sola en el living de mi casa. Son las 2:20 de una madrugada de lunes. Miro la vetana. No pasa nada, ni un auto. Las estrellas no acompañan a la Luna. Es invierno, sigo esperando que aparezca la nieve. La hermosa música que me da felicidad entra por mis oídos. Esa voz soprano tan hermosa que canta con el corazón.
Es increíble, ¿no? Es increíble cómo algo tan simple y a la vez tan complejo como la música puede hacerte tan feliz. Te acompaña a todos lados, está siempre ahí. Y no me refiero solamente a la música que escuchamos diariamente (rock, pop, metal, jazz, etc), sino a la música que nos ofrece la naturaleza. El canto de los pájaros, el viento paseándose entre las hojas, la lluvia cayendo en el techo de nuestras casas, las olas rompiendo en la orilla del mar. Para algunos esto es solamente ruido. Pero para otros es música, porque encuentran una melodía, hasta, a veces, un tempo. Esto nos relaja, nos pone tristes o felices. Nos hace reír o llorar.
Creo yo, que la gente sería muy infeliz sin la música. Les aseguro que yo lo sería. La música es una gran parte de mí, no sólo por el hecho de ser músico. También me ayuda a ser quien soy, a expresarme de una manera más... poética o exacta, quizá. No encuentro palabras para describir lo que ésto significa para mí. Es algo demaciado, demaciado importante para mí. Es lo único que logra que se me crucen todas las emociones al mismo tiempo. Es, simplemente, indescriptible.


                                                                            §


Miles de cosas pasan por mi cabeza. <"I've never felt so alone in my life, as I drank from the cup which was counting my time">. Hay algo ahí, algo con lo que me siento identificada. Últimamente ando sintiéndome sola. Hay veces que me afecta y siento ganas de llorar. De tener a alguien a mi lado. Pero hay veces en las que sentirme así, me hacen bien. Porque me doy cuenta que necesito eso, necesito estar sola. Hablar conmigo, conocerme.
Y eso es exactamente lo que estoy haciendo, conociéndome. Estoy encontrando mi lugar en el mundo. Un lugar donde me siento cómoda conmigo misma, con el aire que respiro, con el ambiente donde me encuentro.
No hablo de un lugar geográficamente. Sino en mi cabeza, en mi cuerpo.
No sé de dónde surgió este cambio, pero admito que me agrada. Todos dicen que entre los catorce y dieciséis es donde más cambiás. Estoy de acuerdo.
Puedo ver y sentir mi cambio. Yo creo que podría haber cambiado antes, pero tenía miedo. Ustedes se preguntarán ¿miedo de qué? Bueno, tenía (y todavía tengo un poco) miedo a lo que dirían, a que me critiquen. No los de afuera, sino la gente que me rodea. Siento que no puedo liberar a la otra parte de mí que está escondida por ahí. Opacada por mi cobardía. Reprimo quien en verdad quiero ser por temor a frases como "¿Qué te hacés...?" o palabras como "fantasma". Algunos pensarán que es una estupidez esto que digo, y otros se sentirán identificados. No sé. Pero es lo que siento.



 ---------------------------------------------------------------------------------------------


Hacía mucho que no publicaba nada. Éstas son solo unas divagaciones del momento. 
Tengan una linda semana, lectores.
¡Gracias por leer! 
Los comentarios son siempre bienvenidos. : )


2 comentarios:

  1. tenes muy buen futuro con esto (y) segui asi :)

    ResponderEliminar
  2. Extraño tus pooooooooooooooooooooosts :( bah, tus entradas.

    ResponderEliminar

Comentá que no muerdo. Cualquier comentario constructivo es bienvenido, aquellos huecos o sin criterio serán eliminados. Formá parte de este blog y ayudame a mejorar! :)